salud bucal 

Importancia de la higiene interproximal en la higiene bucal diaria

higiene interproximal

En una persona sana, se considera que la salud bucal es buena cuando se puede masticar sin sentir dolor ni molestias, no hay sensibilidad dental, las encías, y los dientes están sanos, y la cavidad bucal está libre de infección y llagas (1,2). Los problemas de salud bucodental pueden afectar a la salud general (las enfermedades bucales pueden estar asociadas a enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares o la diabetes) y también a la calidad de vida, puesto que pueden limitar la capacidad para morder, masticar y hablar (2).

No seguir una dieta saludable, fumar, abusar de las bebidas alcohólicas y descuidar la higiene bucal son factores de riesgo para las enfermedades bucales (2). Entre ellas destacan las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), cuyo principal factor de riesgo es una higiene inadecuada, puesto que favorece el desarrollo del biofilm o placa bacteriana (3), película gelatinosa adherente que se forma sobre la superficie de los dientes y está constituida fundamentalmente por bacterias (4) que proliferan en ese medio y son enzimáticamente activas (5).

Mientras que la gingivitis únicamente afecta a la encía, en la periodontitis (que se puede desarrollar si la gingivitis se mantiene en el tiempo), además de la inflamación de la encía se produce una destrucción más profunda e irreversible que afecta al hueso alveolar, al cemento del diente y al ligamento periodontal. Se crea un espacio entre diente y encía (bolsa periodontal) en el que se acumulan las bacterias y esto pone en peligro la sujeción y la salud de los dientes a largo plazo (6).

Conseguir y mantener una higiene bucal adecuada implica (7):

  • Cepillar correctamente los dientes con dentífrico tres veces al día o después de cada comida durante al menos dos minutos.
  • Limpiar el espacio que hay entre diente y diente (que recibe el nombre de área interproximal) al menos una vez al día.
  • Usar enjuague bucal (sus componentes pueden incluir antisépticos que ayudan a prevenir la enfermedad periodontal y el flúor para ayudar a prevenir las caries).

Es muy importante no limitar la higiene bucal al cepillado para conseguir un control adecuado del biofilm dental. Con el cepillo dental se consigue eliminar el 60% de la superficie de los dientes; el 40% restante lo constituye el área interproximal, que al ser de difícil acceso facilita la aparición y la acumulación del biofilm oral (8). Si no se emplea seda o cinta dental, cepillos interproximales o un irrigador bucal para acceder al espacio entre los dientes, la higiene bucal es incompleta.

Las sedas y cintas dentales se emplean en espacios interproximales cerrados  y se diferencian en la sección: las sedas son circulares y las cintas planas. Tanto las sedas como las cintas dentales VITIS eliminan de forma efectiva el biofilm interdental sin dañar las encías. El aplicador de seda dental VITIS facilita su utilización en ambos casos (seda o cinta).

Los cepillos interproximales se usan cuando hay suficiente espacio entre los dientes anteriores para hacerlo y en la limpieza de premolares y molares. Sus filamentos deben ser redondeados y de calidad, para no lesionar las encías (como los de la gama Interprox®).

Hay que tener presente que las primeras veces que se emplean métodos mecánicos de limpieza interproximal, como los descritos, las encías pueden sangrar un poco; pero este sangrado va desapareciendo conforme las encías están más limpias y sanas (9).

Por último, en la limpieza del área interproximal también se pueden emplear irrigadores bucales, aparatos que aplican un chorro de agua u otra solución. Los irrigadores bucales Waterpik® ayudan a eliminar el biofilm  depositado en los dientes, las encías y los lugares de difícil acceso (10).